Dilema petrolero: clúster o enclave

Ante la renacionalizacion de YPF

Por Luis Felipe Sapag

04/05/12

Los hidrocarburos y sus derivados han sido declarados bienes de interés nacional e YPF ha sido renacionalizada. Sin embargo, su estructura societaria será distintaa la que tenía antes de la privatización, ya que el 49 % de las acciones quedan en manos privadas: 6,5 % de Repsol, 35,5 % de la familia Eskenazy y 17 % en la bolsa de Nueva York. Y también lo será su diseño operativo, ya que las provincias, con el 25 % del capital societario, participarán de una gestión que se regirá con gestión privada y profesionalizada.Esto genera un debate sobre el diseño de las futuras relaciones entre el conjunto social circundante y las operaciones  tecnológicas, logísticas, industriales y comerciales de YPF y de todas las empresas operadoras.

El gobernador Jorge Sapag ha resaltado que, con los grandes recursos no convencionales (shale oil y tigtht gas) se abren inéditas posibilidades para Neuquén, similares, en impacto social, a las del descubrimiento del petróleo en Plaza Huincul en 1918. Pero también ha expresado que, esta vez, estamos en condiciones de no desaprovechar laoportunidad, cosa que ocurrió en el pasado porque no estábamos capacitados para ser socios propietarios y gestores de la industria del oro negro. Entonces la población era escasa y sin preparación; además, por muchas décadas, no tuvimos las instituciones y los conocimientos técnicos y empresarios necesarios para participar,como no fuera en calidad de obreros y empleados rasos o mendigantes,de una pequeña parte de los beneficios directos por regalías.

Tradicionalmente, las principales empresas petroleras, tanto privadas como estatales, actúan como enclaves; es decir, ocupan parte del territorio aislándose de las comunidades cercanas, poseen dueños y conducciones lejanas, y transfieren masivamente las ganancias a sus casas matrices. Esto lo sabemos bien los que hemos vivido la vieja administración de YPF, un espacio de élite cuyos miembros no compartían los beneficios con los “chatos” de la zona. Lasprivatizaciones en los años 90 y las nuevas tecnologías petroleras -que ya no exigen crear pueblos como Cutral Co – Plaza Huincul, Catriel o Caleta Olivia, cambiaron la jerarquía centralizadade YPF por un espacio competitivo de firmas igualmente ajenas en cultura, en extracción de beneficios y en desapego por las necesidades locales.

Pero, en el camino, los neuquinos crecimos, fundamos universidades,creamos empresas y acumulamos conocimientos científicos y experiencias de gestión, sin perder nuestra identidad, mientras los Estados provincial y municipales tomaron dimensiones suficientescomo para sentar posiciones sólidasen los escenarios productivos. Sabemos que las actividades hidrocarburíferas saldrán de la recesión y que comienza una etapa de auge productivo, centrada en las formaciones geológicas Vaca Muerta, Los Molles, Quintuco y Pre-Cuyo, que poseen gas y petróleo no convencionales;es decir, que no surgen espontáneamente, por lo que deben ser sometidos a las sofisticadas tecnologías de fracturación hidráulica; tecnologías que requieren del concurso de cientos de empresas de servicios, regulaciones e intervención gubernamental, programas de sustentabilidad ambiental y miles de recursos humanos capacitados. Y sabemos cómo participar de ese nuevo panorama,como dueños activos, innovadores y capaces de negociar en pie de igualdad con los demás actores involucrados.

Con esa visión surge del gobierno provincial la propuesta del Clúster Shale de Neuquén. Un clúster o eslabonamiento es una asociación entre empresas grandes y pequeñas, universidades y organizaciones sociales, y entes estatales de todos los niveles, para manejar los asuntos comunes de la cadena de valor. No se trata de reprimir la competencia, pues cada empresa es libre de cotizar e innovar para mejorar sus ofertas, sino de guiar y planificar las temáticas comunes: capacitación de recursos humanos, servicios de laboratorios e investigaciòn,bases de datos geológicos y TIC, prevención y gestión de crisis, manejo del medio ambiente y, fundamentalmente, elaboración de estrategias, planificación y control de resultados. El Estado, en particular, interviene para asegurar que la renta quede, en gran parte, en la región y que la actividad asuma compromisos con la sociedad y la ecología.

El 23 y 24 de mayo, en el Workshop Clúster Shale de Neuquén, un seminario en el que participarán empresas, universidades y el gobierno, daremos un paso más en ese camino, para no desaprovechar esta nueva oportunidad y para que los enclaves petroleros queden  soloen la historia de los aprendizajes.