Héctor Sanguiliano fue compañero de colegio de uno de mis hijos, ahí lo conocí. Es un dibujante extraordinario, de talento natural porque nunca estudió, hizo carrera, una carrera muy importante como dibujante o, como se diría, como literato gráfico, como literatura dibujada, como se dice en la Argentina. Publicó en la revista Humor en los años de la dictadura e hizo muchas publicaciones en distintos lugares y diarios El Perfil, publicaciones propias. Entre ellas, me hizo el honor de ilustrar el libro que yo escribí sobre la historia de mi familia.
Bueno, él tenía, publicó durante un tiempo una historieta, El Inspector Justo, con un estilo posmoderno, abierto, desenfadado. Y ese libro fue publicado por una editorial y se incorporó a un programa del Ministerio de Educación que tiene un operativo de entrega de libros a entidades educativas y para que las escuelas lo utilicen como material didáctico en los alumnos de secundaria.
Bueno, resulta que como todas novelitas negras hay violencia y hay sexo en El Inspector Justo y los libros son entregados a los colegios no para que, obligatoriamente, sean usados sino que la comisión didáctica o el profesor o la profesora elegirá cuáles podrá usar o no. En un país en donde a los dieciséis años se puede votar –digamos- no solamente puede haber libros con violencia y sexo, puede haber todo tipo de temáticas que hoy están no solamente al alcance, no solamente en un libro sino que están al alcance en la televisión o en cualquier lugar. El asunto es que en Mendoza se originó una polémica tremenda que fue tomada por el diario Clarín y convertida en una cuestión nacional y leemos, el otro día: Polémica en Mendoza por libros escolares con sexo explícito. Entonces, se inicia una campaña que está dentro de este desafortunado y malhadado conflicto cultural entre el Gobierno nacional y algunos medios más concentrados donde todos caemos en esa vorágine y resulta que ahora Sanyú, Sanyú es la forma en que él firma, es un escritor de sexo explícito. Lo curioso, mire usted, es que pegado, acá tengo la foto, levanté el JPG del diario, al lado del título donde dice: Polémica por libros escolares con sexo explícito, hay un título de una sección del diario Clarín que se llama Entre mujeres que dice -disculpen o no me disculpen porque, total, estamos hablando de algo que es tan familiar y tan usual hoy-, titula: Hoy, día del orgasmo, placer del clítoris a la cabeza. Entonces, mirá vos el diario, el diario de mayor tirada en la Argentina y vemos la denuncia porque se habla de sexo y se dibuja sexo en un libro de historietas y, a lado, vemos esto.
Bueno, mi objetivo es… reivindicar a Sanyú, reivindicarlo como neuquino, reivindicarlo como autor, como literato del dibujo y lamentar, lamentar que en esta polémica cultural, personas valiosas, personas que tienen identidad y que tienen personalidad y obra propia sean rebajados a lo que aparece en esta discusión, que sigue hoy, sigue todavía. En el diario Río Negro, antes de ayer, toda una editorial a favor, en contra, no sé, en el criterio de: ¡ah, qué escándalo, los chicos de la secundaria ven una mujer sin ropas en la cama! Y hoy sale la defensa de un miembro del Ministerio de Educación de la Provincia. Bueno, quería resaltar esto y rescatar a Sanyú como un buen autor que, quizás, hasta le haya venido bien porque ahora lo conoce todo el país.
Muchas gracias.